Mire la etiqueta de ingredientes de cualquier alimento en la despensa de la cocina. Lo más probable es que encuentres
aditivos alimentarios.
Se utilizan para realzar el sabor, la apariencia o la textura del producto, o para extender su vida útil.
Algunas de estas sustancias están relacionadas con problemas de salud y deben evitarse, mientras que otras son seguras y se pueden consumir con un riesgo mínimo.
El glutamato de sodio (MSG) es un
aditivo alimentariopara realzar y realzar el sabor de los platos salados.
Se encuentra en varios alimentos procesados como cenas congeladas, bocadillos salados y sopas enlatadas. También se agrega a menudo a la comida en restaurantes y restaurantes de comida rápida.
Desde que la investigación en ratones en 1969 encontró que una gran cantidad de efectos dañinos para el sistema nervioso y deterioro del crecimiento y desarrollo, el MSG ha sido objeto de un intenso debate.
Sin embargo, este aditivo puede tener poco efecto sobre la salud del cerebro humano porque no puede cruzar la barrera hematoencefálica.
En algunos estudios observacionales, el consumo de glutamato monosódico también se asocia con el aumento de peso y el síndrome metabólico, aunque otros estudios no han encontrado una correlación.
Dicho esto, algunas personas tienen sensibilidad al glutamato monosódico y pueden experimentar dolores de cabeza, sudoración y entumecimiento después de ingerir grandes cantidades de alimentos.
En un estudio, 61 personas que informaron ser sensibles al glutamato monosódico recibieron 5 gramos de glutamato monosódico o un placebo.
Curiosamente, el 36% de las personas tuvo una reacción adversa al MSG, mientras que solo el 25% informó una respuesta al placebo, por lo que la sensibilidad del MSG puede ser una preocupación razonable para algunas personas.
Si experimenta algún efecto secundario negativo después de tomar MSG, es mejor excluirlo de su dieta.
De lo contrario, si puede tolerar el MSG, puede beberlo de forma segura sin efectos secundarios adversos.
